I HAVE THE POWER
Todos tenemos el poder, disponemos de información. En la era del conocimiento, la información fluye por doquier y somos capaces de aprender muchas cosas por nosotros mismos.
Siempre se ha dicho: "Información es poder", pero cuando manejamos cantidades ingentes de la misma y no gestionamos bien ni los contenidos ni el tiempo, se convierte en hartazgo. La palabra que he descubierto hace poquito "Infoxicación" y que como profesora de Prevención de Riesgos Laborales, también asocio al concepto de"Tecnoestrés", que es el estado psicológico negativo relacionado con el uso de TIC.
Me gustan las TIC, me gusta aprender, pero muchas veces me siento desbordada que no infoxicada.
Lo poco que puedo saber de TIC, lo he aprendido sola, por intuición.
Sí, he realizado cursos, pero lo cierto es que muchas veces se abordan tantas herramientas TIC que me quedo solo en la "dermis" sin llegar a conocer la "epidermis", la profundidad y textura real de ese recurso TIC.
He tenido que aprender a depurar contenidos, a seleccionar y segregar información, para que ese aprendizaje se traduzca en beneficio para mis alumn@s, pero creo que me quedo corta...
Y como la tecnología no hace más que crecer y evolucionar, solo nos faltaba las app y los teléfonos inteligentes, esos pequeños grandes ordenadores que todos llevamos encima. La recompensa está ahí, al alcance de pantalla táctil. Se nos facilita tanto el acceso al conocimiento que en muchos ocasiones, el procesamiento del mismo es tarea complicada.
Cómo adaptarse ya no sólo a la maraña de información, sino a todos estos grandes cambios y no morir en el intento.
Desde hace años, vivo casi "pegada" a los ordenadores. Mi entorno familiar no lo entiende demasiado, pero ha aprendido a vivir con ello. A mi me gusta, pero creo que a veces no gestiono demasiado bien el tiempo que le dedico. Empecé a descubrir elementos para poder procesar esa información y que no se amontora sólo en numerosos "pendrive". Para no sentirme perdida entre la amalgama de datos que manejo comencé a utilizar:
1. Gmail y sus famosas carpetas, pero se me quedaron pequeñas.
2. Suscripciones a blogs y páginas web de mi interés, pero acababa etiquetándolas en el correo y cuando buscaba algo no lo encontraba con facilidad.
3. Descubrí Google Reader, pero lo cerraron, pasé entonces a Google Keep y Google Drive.
4. También Dropbox y Evernote, esta última me parece fascinante y le veo muchas posibilidades en el aula.
5. Con este mooc he descubierto Diigo y Feedly, pero todavía no he pasado demasiado tiempo con ellas para sacarles partido.
Considero que tener muchos gestores donde guardar la información, tampoco es demasiado eficiente. Gestionar la información no debe consistir en apropiación de ideas o datos, sino que debe consistir en un proceso de trasformación donde ese nuevo conocimiento se transforme en propio.
Aprender a aprender, tiene ahora más sentido que nunca.
Así pues, debemos colaborar, guiar y orientar a nuestro alumnado para que:
a) Estén motivados a utilizar las TIC en el aula, como un medio más que alternativo a los libros de texto.
b) Cribar aquella información que sea irrelevante para los contenidos.
b) Sean competentes y autónomos para seleccionar, distribuir, analizar de forma crítica la información y por supuesto compartirla, como parte de los procesos de enseñanza-aprendizaje colaborativos.
c) Conozcan y utilicen los diversos gestores de información, para que puedan decidir cuál es el más ajustado para su trabajo o su forma de catalogar la información.
Y también, desde las instituciones públicas, más apoyo, acompañamiento integral a los profesores y profesoras que vemos que la implementación de las TIC y las RRSS en el aula, es un proceso todavía lento y costoso, pero que supondría toda una revolución en la adquisición del nuevo conocimiento. Así sí que todos tendríamos The Power.
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